viernes, 3 de octubre de 2014

"Golconda"

Continuando con la travesía culinaria me encontré con el interesante restaurante Golconda. Me pareció curioso el nombre, ya que lo primero que se me vino a la mente fue el fútbol y una serpiente (cada quien). De primera vista se observa un lugar fresco y cómodo. Lo increíble es que está al lado de una librería, lo que lo hace más apetecible (si es que les gusta devorarse libros).

La carta es sencilla, es un menú con su primer y segundo plato; se puede elegir entre varias alternativas y el precio es distinto dependiendo las elecciones. Me encanta las diversas opciones en un menú, siempre se me antoja pedir absolutamente todo.

Para empezar ordené un “entre-plato”, que era un carpacho de salmón. Rico y lo suficiente liviano para que no afectara el porvenir del espacio estomacal. La combinación del salmón con las alcaparras y un poco de queso filadelfia es adecuada y bienvenida. Atrayente platillo, pero me gustaría probar otros.
 



De primero pedí “fideos secos” con salsa de chile chipotle, queso rallado y aguacate. Muy ricos, sobretodo por la suavidad de los fideos, ya que ese platillo tiende a quedar “literal” muy seco y no se disfruta igual en el paladar. El chipotle y el aguacate son excelente amigos, y me cayeron mejor aún en el platillo.

De segundo me decidí por los “camarones al chipotle” gratinados y servidos con arroz blanco. Se observan bastante increíble; el queso gratinado encima, con el color rojo/naranja del chipotle, y lo mejor de todo la sorpresa del arroz escondido en el fondo del platillo. Al tomar los cubiertos y rascar por el tesoro, uno encuentra esa capa de arroz que se combina con el exquisito marisco para darle un merecido placer al paladar, y quedar con una constante sonrisa.
 
De postre dieron un arroz con leche que es muy fácil de olvidar. Por otro lado, lo sencillo del restaurante es lo que más me gustó. Eliges fácilmente los platillos y son rápidamente entregados. El servicio es constante y muy atento. El menú contiene agua fresca, y se va llenando cada vez que lo solicites sin costo extra. La comida mencionada fue con un costo de 175 pesos, más un extra por el carpacho de salmón. El algoritmo precio/calidad es realmente bueno y recomendable.

Golconda se encuentra en la Av., Díaz Ordaz número 19 local 20, Plaza Platino, Col. Cantarranas, Cuernavaca/Morelos Cp. 42448. El teléfono es 7773122722.

jueves, 28 de agosto de 2014

"La Taberna del Alabardero (Madrid)"

Regresando a la preciosa y multicultural ciudad de Madrid, llena de satisfactorias historias culinarias, me encontré o más bien fui llevado a una taberna de lo más peculiar. Siempre que leo o escucho la palabra “taberna”,  llegan a mi cabeza imágenes de vaqueros en el oeste, pero eso solo es un dato curioso. La taberna del Alabardero se encuentra casi enfrente del Teatro Real de Madrid.


De primera vista se observa una taberna que no tiene nada fuera de lo común, con una fachada sencilla y tradicional. Ya dentro del restaurante la perspectiva cambia. Se ve un decorado interesante, con las mesas adornadas con flores y las sillas con unas agradables rayas. Mientras uno elige sus platillos, de manera asombrosa llegaron unas bolitas rellenas de jamón y queso llamadas croquetas (siempre tendrá mi admiración cualquier restaurante que de un muestra de su cocina mientras el hambre aclama por guerra).


Viendo la carta me di cuenta de algo desconocido para mi persona, y por supuesto lo ordene con expectación. El platillo se llama “erizos de mar gratinados”, que es bastante intimidante cuando se ven de primera vista, pero en el paladar solo son un familiar con púas parecido al ostión. Nada del otro mundo, aunque valió la pena el intento.












De segundo pedí el famoso “Rabo de toro estofado a la miel con puré de cardamomo". Espléndido realmente, la carne se derretía en la boca como la mantequilla en un sartén caliente. No se percibe nada agridulce, pero si se aprecia la miel, y de igual manera el puré de cardamomo fue una novedad, pero muy bienvenida.



Para finalizar la gran tarde me trajeron la famosa y muy amada “torrija del alabardero”. Simplemente con la estética del platillo me cautive y con el sabor me enamore.La combinación del helado de vainilla con lo dulce de la torrija fue lo que me conquisto.






La taberna del alabardero, es un lugar muy recomendable para los amantes de la cocina española. Tiene un gran servicio, bien ubicado y típico. El precio de la comida completa ronda por los 35 euros, pero su calidad lo vale. Se encuentra en la Calle Felipe V, 6 en Madrid, España y el teléfono es +34 915 47 25 77.






jueves, 21 de agosto de 2014

"Lupa"

Después de un largo receso, Comersando esta de vuelta con muchas ganas de seguir compartiendo experiencias culinarias. En esta ocasión se visitó el imperio romano en Nueva York conocido como “Lupa”. Un restaurante de comida romana del que es dueño el famoso emperador Mario Batali. Este maravilloso lugar se encuentra en el hermoso barrio de SoHo.

Desde el primer momento que se ve la fachada del restaurante, uno percibe que algo rico va a ocurrir. El interior esta ambientado de manera sencilla, con un tono oscuro, mesas de madera y con lámparas muy interesantes.

Como dato curioso, ya que es un restaurante romano, me pregunte si tendrían algo en particular sobre “Rómulo y Remo”. Para mi sorpresa y admiración el menú tenía una escueta historia sobre ellos, lo que le dio un “plus”. Mientras veía la carta, un milagroso pan con aceite de oliva llego a la mesa como entrada (me encanta que los restaurante hagan eso, me ganan enseguida.) y se fue igual de rápido a mi estomago.

 Para empezar ordene “lemon ricotta zepolle”, que en realidad son gotitas de lluvia celestiales con queso. Increíbles en todos los sentidos, sobre todo en el sentido del gusto. También había una tabla de quesos bastante agradable que tenía un tipo de crocante interesante.


Continuando con la agradable experiencia, mis siguientes platos fueron una pasta y un pulpo al grill que me recomendaron. La pasta me deslumbro, estaba rellena de calabaza y tenia una salsa de mantequilla que la hacia sublime. En cuanto al pulpo, lo único que puedo decir es que mi admiración por el sabor de los moluscos cefalópodos aumento de manera exponencial. Una verdadera maravilla y visualmente hermoso (lastima la foto).


Lupa es un restaurante ejemplar, con un servicio de primera y con una amplia variedad de platillos. Mi único problema es que es un tanto oscuro para mi parecer. El precio ronda entre los 20 y 30 dólares, pero realmente funciona el algoritmo de precio/calidad. Sin duda el emperador Batali sabe elegir a sus chefs.

Si quieren visitarlo se encuentra en la calle Thompson 170, entre la calle West Houston y la calle Bleeker.


¡Muy recomendable!

lunes, 19 de noviembre de 2012

"Home Burger"

Las hamburguesas son la perdición de mucha gente en el planeta tierra, al igual que el pasto para las vacas. Normalmente se complica encontrar lugares donde las hamburguesas sean distintas a las de McDonald’s o Burger King, pero por suerte habitualmente me dan pistas de zonas donde puede haber establecimientos únicos. De esta manera encontré el restaurante “Home Burger”.
 
Un lugar con un estilo clásico, propio de sitios estadounidenses de tiempo atrás. La luz un poco baja, tonos en rojos y lámparas muy originales colocadas en espacios agradables. Asientos con cojines, que me gustan más que las típicas sillas, aunque después de comer es complicado escapar de la mesa.

Algo bastante interesante, fue su dedicada postura a la comida ecológica (lo que me asustó un poco, ya que en mi ignorancia, pensé que todo iba a ser “dietético”), empezando con el menú. Encantador, ya que estaba conformado por papel reciclable, lo que lo hizo una novedad. El problema es que parecía periódico, y después de un momento cansa y llega a molestar.
 
De primero ordené uno aros de cebolla a la cerveza con salsa BBQ con un precio de 8.90€. La verdad en mi vida había probado unos tan magníficos, tan majestuosos. De lo rico, pasó a lo sublime, sin el exceso de aceite que normalmente se ocupa, y estupendamente armados. Una verdadera e increíble sorpresa, y por supuesto mi motivación aumentó considerablemente.

Para el segundo plato seleccioné la hamburguesa “Blue Burger” con un precio de 13.50€; contenía carne “ecológica”, queso azul, peras caramelizadas y nueces. Una rareza sin duda, pero siempre he dicho que lo diferente es lo más bello (en este caso rico). Lástima que no era lo más hermoso, pero aun así no estaba mal,  porque la combinación de sabores era bastante nueva y rica. El problema es que parecía de “cajita feliz” y solo me entró en una muela (para las personas que comen menos tenía un buen tamaño), pero no le quito la valentía a la receta.

Para concluir con la encantadora cena, pedí una tarta de queso con arándanos y me compartieron “la bomba de chocolate”, que estaba realmente deliciosa. Suave, y no “empalagaba”. Al igual que el segundo postre, que en lugar de bomba parecía granada.

 









La verdad es algo “costoso”, aunque vale la pena el momento. Sin duda supera con creces a los famosos establecimientos. Rico, ecológico y agradable son las tres palabras con las que me quedo (y un estómago contento). Aumentándole un servicio amable y relativamente rápido. Este interesante y recomendable lugar se encuentra en la C/San Marcos 26, 28004 Madrid, España, saliendo por la boca de metro de “Chueca” y para reservar llamar al tel. 915218531.









miércoles, 7 de noviembre de 2012

"Mesón de Cándido"


Uno siempre oye rumores de lugares especiales en el mundo de todo tipo; para visitar, jugar, tomar fotos, nadar, y por supuesto COMER. Todos estos “territorios” son difíciles de encontrar y de igual manera es complicado llegar a ellos. Por suerte el restaurante “Mesón de Cándido” tan solo estaba a una hora y media en “BUS” de mi actual localización.

Al saber esta increíble noticia emprendí el viaje a un lugar hermoso, Segovia-España. Llegando había que caminar unos pocos metros para encontrar el sitio deseado; una marcha realmente agradable, ya que la comunidad es realmente hermosa, el otoño estaba en su máximo esplendor, y se respiraba vida en el aire del momento. Cuando faltaban unos cuantos pasos, se divisó el famoso “Acueducto”, una estructura realmente impactante. Justo a su lado, como un acompañante fiel, se encontraba el famoso y aclamado “Mesón de Cándido”.

Una fachada clásica y muy atractiva para el visitante; al entrar preguntaron si había una reservación hecha, mi corazón se paralizó en ese momento, como cuando una araña inmoviliza a su presa. Mi reacción fue un “no” desesperanzador, pero el señor dijo que no había problema y se abrieron las puertas sin ningún contratiempo (un poco de suspenso es interesante). Por dentro tenía una luz amarillenta que le daba un estilo contundente, estaba lleno de antiguas fotografías, al igual que adornos de épocas antiguas españolas.


Los meseros estaban todos “trajeados” y sobretodo muy amables; la mesa daba directo al Acueducto, lo que le dió un gran sentimiento a la futura experiencia. Ya emocionado y viviendo el gran “rumor”, se ordenó un platillo famoso de entrada, que por nombre tenía, “setas a la segoviana”. Estaba mirando alrededor, cuando el platillo ya estaba en la mesa, una rapidez que en mi corta experiencia culinaria jamás se había visto. El fervor fue tal que casi grito, pero contuve la calma y observe el delicioso manjar que tenía enfrente. Un olor y color especial añadían un toque magnífico al sabor único de las setas. De igual manera tenían como colegas pedazos de tocino y especies de sus acompañantes. Una verdadero y auténtico deleite para un corazón con hambre.

Para continuar con esta gran realidad, se ordenó el platillo especial del establecimiento, “Cochinillo Asado al estilo Cándido”. En cuestión de minutos llegó velozmente el lechón listo para prolongar el gran “festival” que estaba viviendo en esos instantes. El cochinillo estaba realmente suave y su piel crujiente, con un olor penetrante y un sabor eficaz. Al finalizar con el manjar, seguía el postre; debo confesar que en varios lugares típicos me han decepcionado de manera importante su repostería, y tenia miedo de que esta “fiesta” fuera parecida.

Pedí la “tarta de ponche segoviano”, y esperé con ansias el resultado de mi petición. Al llegar la observé con detenimiento, como cuando la gente escoge sus verduras, blandí mi cuchara, y corté un trozo de la tarta. Al introducirlo en mi paladar, viajé directo a las estrellas y volví en cuestión de segundos. Una auténtica delicia, satisfacción, gozo, etc. Que bueno estaba, suave, nada empalagoso, un sabor totalmente nuevo y totalmente inolvidable.

Lo más increíble de todo es que en ese momento, el dueño Don Cándido ( pariente del Cándido original), comenzó un ritual que se hace en su restaurante, donde expresa sus honores impuestos por el rey Juan Carlos de España. De igual manera con un plato corona su platillo el cochinillo asado, lo parte con el mismo para demostrar su suavidad, y para finalizar, avienta el plato para que reviente el público emocionado. Una verdadera experiencia culinaria, entretenida, ancestral, y con una excelente compañía que no voy a olvidar.

El precio del cochinillo es de 21,60€, que los valen toditos, es como entrar al teatro nada más que con diferente espectáculo. Mesón de Cándido se encuentra en la calle Azoguejo, 5, Segovia, 4001, España, Tel. 921425911 y 921428102.

En conclusión comer a un costado del Acueducto, ver la ceremonia de un caballero hacia un cochinillo y comer con princesas, hacen de esto un momento para recordar. Los dejo con una frase del mismo lugar:
“Toda persona que honre esta casa con su presencia, cualquiera que sea su nacionalidad o condición, merece el respeto y toda clase de atenciones a que está obligada la hospitalidad castellana”.