Las hamburguesas son la perdición de mucha gente en
el planeta tierra, al igual que el pasto para las vacas. Normalmente se
complica encontrar lugares donde las hamburguesas sean distintas a las de McDonald’s
o Burger King, pero por suerte habitualmente me dan pistas de zonas donde puede
haber establecimientos únicos. De esta manera encontré el restaurante “Home
Burger”.
Un lugar con un estilo clásico, propio de sitios
estadounidenses de tiempo atrás. La luz un poco baja, tonos en rojos y lámparas
muy originales colocadas en espacios agradables. Asientos con cojines, que me
gustan más que las típicas sillas, aunque después de comer es complicado
escapar de la mesa.
Algo bastante interesante, fue su dedicada postura a
la comida ecológica (lo que me asustó un poco, ya que en mi ignorancia, pensé
que todo iba a ser “dietético”), empezando con el menú. Encantador, ya que
estaba conformado por papel reciclable, lo que lo hizo una novedad. El problema
es que parecía periódico, y después de un momento cansa y llega a molestar.
De primero ordené uno aros de cebolla a la cerveza
con salsa BBQ con un precio de 8.90€. La verdad en mi vida había probado unos
tan magníficos, tan majestuosos. De lo rico, pasó a lo sublime, sin el exceso
de aceite que normalmente se ocupa, y estupendamente armados. Una verdadera e
increíble sorpresa, y por supuesto mi motivación aumentó considerablemente.
Para el segundo plato seleccioné la hamburguesa “Blue
Burger” con un precio de 13.50€; contenía carne “ecológica”, queso azul, peras
caramelizadas y nueces. Una rareza sin duda, pero siempre he dicho que lo
diferente es lo más bello (en este caso rico). Lástima que no era lo más
hermoso, pero aun así no estaba mal,
porque la combinación de sabores era bastante nueva y rica. El problema
es que parecía de “cajita feliz” y solo me entró en una muela (para las
personas que comen menos tenía un buen tamaño), pero no le quito la valentía a
la receta.
Para concluir con la encantadora cena, pedí una tarta
de queso con arándanos y me compartieron “la bomba de chocolate”, que estaba
realmente deliciosa. Suave, y no “empalagaba”. Al igual que el segundo postre,
que en lugar de bomba parecía granada.
La verdad es algo “costoso”, aunque vale la pena el
momento. Sin duda supera con creces a los famosos establecimientos. Rico,
ecológico y agradable son las tres palabras con las que me quedo (y un estómago
contento). Aumentándole un servicio amable y relativamente rápido. Este
interesante y recomendable lugar se encuentra en la C/San Marcos 26, 28004
Madrid, España, saliendo por la boca de metro de “Chueca” y para reservar
llamar al tel. 915218531.